miércoles, 14 de marzo de 2012

Fomentar la creatividad





Fomentar la creatividad en los niños desde que nacen les ayuda a expresarse por sí mismos, desarrollar su pensamiento abstracto, resolver problemas, relacionarse mejor con los demás… La clave está en respetar sus tiempos de aprendizaje y darles libertad para que desarrollen su imaginación

La creatividad infantil
La creatividad es una actitud que todos los individuos poseemos, más o menos desarrollada, para producir ideas y soluciones nuevas. Por lo tanto, es el proceso de presentar un problema a la mente con claridad (ya sea imaginándolo, visualizándolo, suponiéndolo, meditando, etc.) y luego originar o inventar una idea, concepto, noción o esquema según líneas nuevas no convencionales.
Según un estudio realizado en la Universidad de Pensilvania (EE UU), una persona creativa reúne las siguientes características: sensibilidad, fluidez, flexibilidad, originalidad, capacidad de redefinición, de abstracción, de síntesis y coherencia de organización.
Desde que nace, el ser humano tiene la capacidad de crear. En todas las personas (grandes y pequeñas) existe un claro impulso de hacer cosas, un instinto que sólo puede explicarse como una necesidad permanente de experimentar, de indagar, de relacionar, como un potencial innato que se debe cultivar.
El desarrollo creador comienza tan pronto como el niño traza los primeros rasgos. Lo hace inventando sus propias formas y poniendo algo de sí mismo, de una manera que es únicamente suya.
En los niños, esta actividad experimental requiere de libertad para crear, para establecer relaciones nuevas, pero también necesita la ayuda de un guía, de un maestro creativo para apoyarla. Esto es, no hay que reprimir la creatividad en el niño, pero no basta con dejarlo que experimente a su aire.
Las ventajas de la creatividad
El arte es muy importante para los niños, les ayuda a expresarse por sí mismos, desarrolla su pensamiento abstracto, les permite hacer elecciones y resolver problemas. Además, desarrolla en ellos destrezas sociales y de comunicación.
Construye la autoestima: Al proporcionar a los niños recursos creativos, se confirma su derecho a jugar y se estimula la individualidad.
Aumenta la conciencia de uno mismo: Sentirse libre para expresarse, característica que estimula y es estimulada por el proceso creativo, es un requisito previo para el éxito en distintos campos. La tendencia natural de los niños es a manifestar sus sentimientos directamente, sin censurarlos ni clasificarlos, especialmente si creen que no van a ser criticados o castigados. En un clima de seguridad, los niños pueden expresar sus sentimientos y ser ellos mismos.
Desarrolla la comunicación: Los chicos a los que se les niega la posibilidad de expresarse aprenden a no decir a los adultos si se sienten mal -confusos, nerviosos, frustrados o enfadados. Estos niños tienden a manifestar los sentimientos de forma directa e inadecuada, por ejemplo, robando, estropeando o rompiendo objetos. Los niños a los que se enseña a suprimir ciertos sentimientos acaban generalmente restringiendo sus emociones.
- Favorece su socialización: Permitir a los niños que expresen todo tipo de emociones es parte de la estrategia para fomentar la creatividad. Los niños capaces de expresar una amplia gama de sentimientos gozan de una clara ventaja en las relaciones sociales. Son más conscientes de los sentimientos de los demás y también más receptivos. Piden lo que necesitan, declaran sus preferencias y son flexibles a la hora de enfrentarse a una gran variedad de relaciones sociales. Estas cualidades les proporcionan ventajas en el colegio, lo cual incrementa también sus posibilidades de éxito.
Fomenta la integridad: Una de las características que se repiten en la vida de los creadores artísticos es su necesidad de mantener la integridad personal en su vida y en su trabajo. Lo consiguen buscando la manera de ser ellos mismos y de manifestar sus mayores conquistas en su trabajo. Las personas creativas se sienten realizadas e integradas cuando hacen algo para lo que poseen un talento especial.
Descubre al artista que lleva dentro
El placer por el arte debe cultivarse desde que nacen, ya que durante sus primeros años de vida asimilan con mayor facilidad cualquier tipo de conocimiento. “Los niños por lo general tienen un gran potencial de creatividad, se trata de respetar sus tiempos de aprendizaje y darles libertad” –explica Isabel Moltó, licenciada en Historia del Arte y creadora en su galería de arte Cabinet de unos talleres para niños.
- No le digas qué dibujar o pintar, déjalo que eche a volar su imaginación. Anímale a tomar sus propias decisiones. Lo que ellos aprenden y descubren por sí mismos durante el proceso creativo es lo más importante. La independencia y el control son componentes importantes en el proceso creativo.
- No “arregles” sus dibujos. Los niños ven el mundo de forma diferente. Lo importante es que dé rienda suelta a su creatividad y que le preguntes qué está dibujando para que él identifique sus creaciones.
- Busca actividades artísticas que estén a su nivel.
- Ofrécele gran variedad de materiales y de experiencias creativas: trazar, pintar, esculpir, acudir a museos, trabajar con arcilla, etc. La plastilina es una gran opción ya que a partir de ella los niños empezarán a moldear sus propias figuras.
- Exhibe “las obras de arte” de tu hijo en casa. Muéstraselas a las visitas que llegan a la casa, sobre todo si tu niño está cerca y los puede escuchar elogiando sus trabajos.
- Incentiva su curiosidad. Entre los 3 y 10 años se les puede formular preguntas como: “¿Qué pasaría si las personas volaran?”, “¿en qué se parecen un gato y un elefante?”. Obviamente, no existen respuestas buenas o malas, lo que importa es que se les permita expresar o lanzar muchas ideas a partir de un tema, que utilicen su imaginación y encuentren múltiples respuestas a una pregunta.
- Deja que se equivoque. El miedo a fallar es un temor aprendido que los niños pequeños ni tienen. Ellos están dispuestos a realizar muchas preguntas y hallar respuestas que no necesariamente son las correctas. Lo importante es permitir que cometan errores, sólo así se constituirán nuevos aprendizajes.
- Inventad historias juntos. Busca dos palabras que no guarden relación aparente (por ejemplo, bruja y economía), y cread entre los dos un cuento en el que aparezcan ambas. Además de pasar un buen rato, se incentiva la capacidad de comprensión, abstracción y expresión verbal.
- Descubre sus intereses. Si, por ejemplo, le gustan los animales, puedes proponerle pintar un zoo o realizar un collage con fotos de animales que encontréis en las revistas… Sea cual sea la actividad que vayáis a realizar, enfócala hacia algo que a tu hijo le guste.
- Realiza actividades con tus hijos. Así lo aconseja Isabel Moltó, “si los padres dedican un tiempo a realizar actividades con ellos se suma el placer de dibujar o pintar con el rato que están juntos. A veces no todos los padres tienen ni el tiempo ni la paciencia de dibujar un elefante verde volador ni tampoco espacios donde pintar con pinceles pero sí se pueden hacer un montón de cosas con ellos en casa”.

Fuente: Antonio Machón. Isabel Moltó, talleres en Cabinet (www.espaciocabinet.blogspot.com).
Redacción: Irene García. 

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